Ayer, la CEO de Prevent Security Systems, Gricell Garrido Colón participó en el programa Está Pasando, presentado por Inés Ballester y emitido a las 18:30 en Telemadrid, para aportar su opinión experta sobre cámaras de videovigilancia.

Sólo en Madrid hay más de 2.000 cámaras, y un estudio realizado por una empresa de seguridad asegura que en nuestro país existe en total 900.000 cámaras, 1 por cada 52 habitantes. Todo apunta a que estas cifras seguirán en aumento ya que las soluciones de videovigilancia cada vez son más sencillas, eficaces y económicas.

Los datos proporcionados son sólo estimaciones, ya que es difícil saber con exactitud cuántas cámaras de seguridad hay ya que en España no existe un control, ni la obligación de registrar todas las cámaras.

Las cámaras de videovigilancia se han convertido en una de las soluciones de seguridad más extendidas por su gran poder disuasorio. Al igual que los conductores reducen la velocidad si conocen la presencia de un radar, la presencia de cámaras de seguridad visibles o debidamente señalizadas mediante cartelería disuadirán a quienes tuvieran intenciones de cometer robos, actos vandálicos o acciones ilícitas que perjudican la convivencia. Explica nuestra CEO en su intervención.

 

Las cámaras de seguridad pueden tener distintas aplicaciones, tan diferentes como: la supervisión del lanzamiento de un cohete, el control laboral de los empleados de un negocio, estudiar los comportamientos de los clientes dentro de una tienda, o realizar video-verificaciones de nuestra vivienda cuando no nos encontramos en ella.

Por todo esto podemos afirmar que las cámaras están presentes en nuestra vida cotidiana, en centros comerciales, en el transporte, en el trabajo…

El 68% de la población es favorable a las cámaras de videovigilancia, según el informe del CIS, ya que las ven como una herramienta necesaria y útil para garantizar nuestra seguridad, sin embargo, un pequeño porcentaje de la población está en contra de esta medida por considerarla un atentado contra su intimidad.

Ante estas reticencias, cabe a señalar que existe una diferencia entre las cámaras de videovigilancia y las cámaras espía. Las cámaras de videovigilancia deben ser visibles, y se debe señalar que la zona está siendo videovigilada mediante cartelería. Además, las cámaras de videovigilancia sólo grabarán espacios públicos, o espacios privados en los que los usuarios hayan dado un consentimiento informado.

Las cámaras ocultas o espía, sólo podrán utilizarlas detectives para hacer sus investigaciones y sólo cuando estén debidamente acreditados por el Ministerio del Interior, además deberá existir un contrato donde se contemple una causa justificada para utilizar este tipo de cámaras.