El decibelio (dB) es la medida que usamos para observar el nivel de potencia que tiene un sonido, es decir su intensidad. Partiendo de esta medida, se establecen unos niveles dentro de nuestro rango de audición, 0dB a 130dB donde comienza el dolor, por los cuales se establecen los márgenes en los que se mueve la convivencia en nuestras Comunidades de Propietarios.
Sabiendo esto, ¿cuáles son los márgenes, cómo se miden y qué significan esos numeritos?
Niveles de ruido permitidos en España
Los límites de sonido para la mayoría de casos vienen establecidos por la normativa de cada municipio. Por ejemplo, no es lo mismo el ruido permitido en Barcelona o en Madrid. Tampoco es lo mismo en el centro de la ciudad que en Alcalá de Henares.
Pero todas estas normativas están cortadas por un mismo patrón y se alimentan de una misma fuente. Y éste es el Real Decreto 1367/2007 que, entre muchos tecnicismos, establece las 3 franjas horarias principales y los ruidos en distintas zonas en cada una de las mismas.
En específico en el Anexo III Emisores acústicos. Valores límite de inmisión.
Tabla B2. Valores límite de ruido transmitido a locales colindantes por actividades
Perteneciendo cada columna al máximo permitido en cada una de las tres franjas horarias.
Pero como ya se ha dicho, esta sólo es la base con la que se hacen las normas que regulan cada municipio de España. Lo que significa que estas no podrán superar esos límites, siempre tendrán que ser iguales o más restrictivas. Y en caso de que no posea ninguna normativa o esta se considere obsoleta, se regulará según el Real Decreto que hemos mencionado.
Como bien hace referencia en el título, la tabla hace referencia a los niveles de inmisión. Es decir, no consiste en medir el nivel de ruido que se genera sino cuánto llega. Por lo que, en esencia, la clave es tener un buen aislamiento que permita que no salga el sonido.
Por lo tanto, todo esto es medido desde el emplazamiento del receptor del ruido. Lo ideal es medir el ruido durante un largo periodo de tiempo ya que los límites hablan del valor máximo de media. Siendo así una medición no deberá superar el límite en 5dB como mucho.
Dicho esto, sólo queda poner unos ejemplos para que nos aclaremos qué significan estos números. Queda añadir un último inciso, y es que los decibelios no son una unidad como tal sino una comparativa entre la intensidad del sonido y el límite de audición humano expresada con un logaritmo, lo que, sin tanta parafernalia, se traduce en que conforme vamos aumentando el número de decibelios, la intensidad del sonido lo hace de forma exponencial. Así la diferencia entre 80dB y 90dB, es muchísimo mayor que la que hay entre 20dB y 30dB.
Ejemplos de ruido en decibelios
Ahora sí, con todo puntualizado veamos algunos ejemplos para aclararnos con los numeritos.
10dB serían unas pisadas y si subimos a los 30dB tendríamos una conversación en voz baja. Tenemos que subirnos a los 50dB para una conversación normal. Es decir, que si oímos a nuestros vecinos como si estuviéramos hablando con ellos, habría pasado ese límite, aunque seguramente sea algo puntual.
Por encima de esto, tenemos los 70dB que marca una aspiradora o una lavadora, margen desde el cual comienza a ser molesto el ruido. Con 90dB tenemos el ruido de una sirena de policía y superando los 100dB una discoteca o un concierto. Y pasado los 120/130dB entramos en el umbral del dolor. Estamos hablando del ruido de un martillo neumático, un avión despegando o una gran explosión que puede llegar a alcanzar los 150dB.
Como dato curioso el mayor sonido registrado fue la erupción del volcán Krakaota en 1883, con 180dB.
Por último, recordar que en caso de que un vecino sobrepase estos límites del ruido es responsabilidad del presidente de la comunidad de vecinos, bien por iniciativa propia o a petición de cualquiera de los propietarios o inquilinos, pedir el cese de las actividades que provocan dicho exceso de decibelios.