El coste del vandalismo para un negocio puede ser muy alto. Aunque una pintada no sea muy dañina, la rotura de los cristales o de otros elementos sí lo es. Además, no hay que dejar de lado los efectos emocionales, que pueden ser mucho más destructivos que el gasto monetario.
El coste del vandalismo en términos monetarios
Pese a que España es un país seguro y tranquilo, algunos actos de vandalismo en empresa son muy molestos. Los más destacados son los grafitis, unas pintadas que pueden afear la fachada o la reja protectora de un negocio. A la hora de eliminarlos, el coste variará en función de la empresa que se encargue del servicio. Sin embargo, en términos generales, tendremos que pagar entre 15 y 20 euros por metro cuadrado.
En caso de enfrentarnos a daños mayores, como la rotura de un escaparate, el coste es más elevado. Al igual que en la situación anterior, el precio depende de varios factores, como las características del cristal (si es blindado o de seguridad) o la ciudad donde se encuentre el negocio. Las cifras que habría que afrontar oscilan entre los 100 y los 2000 euros el metro cuadrado.
Por tanto, la reparación de un acto vandálico puede resultar cara, sobre todo si afecta a un pequeño negocio. Asimismo, cabe la posibilidad de que las acciones se repitan con el tiempo, lo que dispara aún más los costes. Si tenemos que llevar a cabo dos reparaciones al mes, por ejemplo, las consecuencias financieras serían notables.
Los daños emocionales
No debemos pasar por alto los daños emocionales que ocasionan los actos vandálicos. El principal es la sensación de inseguridad que podría tener el propietario y empleados durante su jornada laboral. En las situaciones más graves, quizás tema sufrir un ataque a plena luz del día que acabe con un cristal roto o destruido.
Junto con lo anterior, enfrentarse al gasto de los daños, en especial cuando son continuos, genera presión sobre el empresario. Este no solo tiene que preocuparse por cubrir los costes ordinarios, sino que debe sumar los que provoca el vandalismo a un negocio. Si son demasiado altos, cerrar resultará muy tentador.
La frustración y la indignación no tardarán en aparecer si no es posible actuar para frenar a los delincuentes. Esta sensación es difícil de sobrellevar, pues nos hace ver que no tenemos control sobre la situación. Poco a poco, la calidad de vida del afectado irá a peor dadas las preocupaciones del día a día.
¿Cómo prevenir el vandalismo de forma efectiva?
Además de recurrir a las autoridades, podemos actuar personalmente para prevenir el vandalismo. Al fin y al cabo, si no estamos protegidos, nos convertiremos en un blanco fácil para los delincuentes.
Uno de los mecanismos más recomendables es un sistema de videovigilancia. Uno de sus puntos fuertes reside en que actúa como elemento disuasorio. Antes de pintar en el escaparate, los vándalos se lo pensarán dos veces, ya que, si son grabados, las fuerzas de la autoridad no tardarán en identificarlos.
Las alarmas también son efectivas y pueden combinarse con el anterior mecanismo de seguridad. En caso de producirse un ataque, el sonido llamará la atención de los vecinos y transeúntes. Igualmente, al conectarlas con la policía, se reduce el riesgo de que los daños sean demasiado caros.
El coste del vandalismo, como hemos visto, es alto y puede volverse inasumible para un pequeño negocio. Por suerte, gracias a sistemas de seguridad, podemos ahorrar mucho dinero. En Prevent, ofrecemos las mejores soluciones del mercado para ganar en tranquilidad. ¡Consúltanos tus dudas!