A lo largo de los últimos años, el ordenamiento jurídico ha reaccionado para poner freno al buzoneo indiscriminado que sufren las comunidades de vecinos. Basta con abrir nuestro buzón después de una semana para comprobar que las medidas administrativas no han funcionado…
En algunos casos, las ordenanzas municipales confrontan el derecho a la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado (artículo 38 de la Constitución Española) con el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona (artículo 45). Este es el caso de la ordenanza aprobada por el Ayuntamiento de Carlet (Valencia) para regular la publicidad directa, en la que se manifiesta:
“La presente Ordenanza pretende equilibrar por un lado, los intereses de las empresas que legítimamente tratan de ofertar sus productos y por otro, el derecho de los ciudadanos a desenvolverse en un medio ambiente adecuado y limpio sin tener que soportar continuamente, que tanto el suelo de la vía pública como el de las zonas comunes de las comunidades de propietarios aparezca repleto de material publicitario repartido de forma desproporcionada. De este modo al reducir la producción de publicidad se reducirá también el consumo de papel”.
Con este mismo objetivo nacieron las cestas o buzones publicitarios. La instalación de cestas publicitarias en el exterior de las comunidades de propietarios, persigue acabar, o al menos reducir, la molesta e intrusiva publicidad que inunda los buzones de las comunidades de propietarios. Depositando la publicidad en el buzón comercial, se logra un equilibrio entre la libertad de empresa y el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para los vecinos.
También se evitan las molestas e indiscriminadas llamadas de los carteros comerciales a los telefonillos de los vecinos, sobre todo a la hora de la siesta…
Pero el principal motivo por el que toda comunidad de vecinos debería instalar una cesta publicitaria, no es el de la limpieza o evitar las molestas llamadas al portero automático, es el de la seguridad de la finca.
De la misma manera que las comunidades de vecinos deben contar con soluciones de seguridad como sistemas de videovigilancia o sistemas de control de accesos, deben contar con cestas publicitarias en el exterior para evitar el acceso libre de intrusos.
Cuando un ladrón accede a una comunidad de vecinos, en la mayoría de los casos no lo hace forzando ninguna puerta, lo hace porque los vecinos le abren el portal y puede acceder libremente. Reduciendo el acceso de intrusos a nuestra comunidad, reduciremos las posibilidades de sufrir robos.
De nada sirve disponer de cestas publicitarias si los vecinos no están concienciados en que no deben abrir la puerta a extraños, sólo así será útil su instalación.