Cada vez es más habitual que aumente el número de propietarios que no acuden a las juntas de vecinos que se celebran cada año en las comunidades. Una de las razones es que muchos de estos propietarios no viven en la finca y tienen sus pisos alquilados, por lo que su relación con la vivienda se limita a esa cuestión.
Aquí encontramos el primer error, ya que aunque el propietario no resida en la vivienda, es recomendable que esté al día de los asuntos que afectan a la buena marcha de la comunidad.
Porque esto puede afectar a la calidad de vida de los inquilinos, y provocar su marcha o, al contrario, que prefieran prolongar su alquiler, con lo cual el propietario podría tener argumentos para aumentar la cuota. Por esto es muy importante aumentar la participación vecinal de todos los vecinos y vecinas de una finca.
Ventajas de participar en la vida comunitaria
En otras palabras, estar al tanto de los asuntos de la comunidad te puede aportar dinero. Es el caso del citado propietario que se mantiene al margen y, por ello, se pierde oportunidades de actualizar la renta que le corresponde.
Pensemos en la instalación de un ascensor y en la derrama correspondiente que tiene que pagar el propietario. Pues bien, una vez se haya instalado dicho ascensor, es legítimo que el propietario actualice su renta, siempre que en el contrato se haya especificado esta posibilidad, habida cuenta de la revalorización de la vivienda y de la inversión realizada por el propietario por el pago de las obras del ascensor.
Por otra parte, la cohesión vecinal, el acercamiento, ayuda a generar una fuerza asociativa que puede ser clave para las mejoras y desarrollos de la comunidad. Otro modo ya no de ganar más dinero, sino de ahorrar.
Porque es en las reuniones de vecinos, con el concurso de la administración de fincas, donde se tratan temas como las subvenciones para obras y reformas (como el revestimiento de la fachada, por ejemplo), o la necesidad de instalar cámaras de videovigilancia o contratar vigilantes de seguridad…
Medidas que mejorarán el día a día en tu comunidad, tanto para el propietario como para el arrendatario, y que se traducen en una revalorización para tu propiedad.
¿Cómo animar a la participación vecinal?
La responsabilidad en esta cuestión recae, en primer lugar, en la administración de fincas. Son ellos quienes, a través de distintas acciones de comunicación, desde mailings, cartelería con avisos e incluso alertas por SMS o WhatsApp, fomenten la participación. Y que acudan, en mayor medida, a las juntas de vecinos, sean ordinarias o extraordinarias.
También pueden animar, a sugerencia del presidente de la comunidad, a la celebración de reuniones al margen de la administración y de dichas juntas. Encuentros periódicos para preparar, precisamente, las juntas, o para analizar el estado de la finca, proponer posibles mejoras y pensar soluciones. También como instalar diversos elementos en las zonas comunes, desde columpios a máquinas de ejercicios para personas mayores, etc.
¿Qué hacer en casos de conflictos vecinales?
Hay algunas comunidades de vecinos que pueden presentar una conflictividad especial, sobre todo en las fincas ubicadas en barrios marginales, con vecinos en situación irregular, con ingresos bajos o problemas de integración.
Esto puede provocar problemas de convivencia que pone en un compromiso a los propietarios, quienes optarían por rehuir los encuentros entre los demás propietarios en las distintas juntas.
En esos casos, es recomendable recurrir a la figura de un mediador vecinal. Se trata de una figura con experiencia en solucionar los conflictos que pueden surgir en las juntas de vecinos, así como fomentar la cohesión y la participación de los mismos.
