Para empezar a disfrutar de los beneficios de la seguridad comunitaria, no es necesario realizar una gran inversión. La clave está en el llamado efecto mariposa, que sostiene que una pequeña acción puede generar grandes cambios. Para lograr que la tranquilidad reine entre los vecinos, basta con dar un primer paso.
Grandes beneficios de la seguridad comunitaria con un simple cambio
A menudo, la seguridad se percibe como un concepto técnico: se cree que cuantas más cámaras haya, mayor será la protección. Si bien esta idea tiene algo de cierto, aumentar la tranquilidad comienza con pequeñas mejoras. No es necesario implementar instalaciones complejas que podrían derivar en errores si no se diseñan adecuadamente.
Un buen primer paso es actualizar el sistema de control de accesos. Cambiar una cerradura convencional por una con tarjetas de radiofrecuencia supone una mejora significativa. Según un estudio de Allied Market Research, este tipo de sistemas puede reducir los intentos de intrusión hasta en un 40%. Los vecinos ganarán confianza al saber que cuentan con una barrera efectiva contra posibles intrusos, ya que no será fácil acceder sin autorización. Además, sentirse protegidos refuerza la sensación de bienestar general.
La mejora del control de accesos en comunidades es un pequeño cambio, pero sus ramificaciones se dejarán notar en poco tiempo. Así, se garantiza una seguridad de alta calidad adaptada a las necesidades de cada comunidad.
La búsqueda de cambios graduales
La relación entre la convivencia vecinal y la seguridad debe construirse de manera gradual. Con el tiempo, los residentes se acostumbrarán a los nuevos sistemas, y cuando esto ocurra, será momento de reforzar la protección.
Si se produce un incidente, como una pintada vandálica, es probable que los vecinos exijan medidas más estrictas, sobre todo si el problema persiste. Este es el momento de comprobar el impacto positivo de la videovigilancia, que se notará en el alivio que da a los residentes y el poder de disuasión.
Ahora la comunidad dispone de una herramienta con la que detectar a cualquier intruso y, en función del sistema, hasta alertar directamente a la policía si fuera necesario. De forma sencilla, aumenta otra vez la confianza y la tranquilidad.
Otra modificación que marca la diferencia tiene que ver con la iluminación. Debemos tener en cuenta que la oscuridad suele inspirar temor, la percepción del peligro será mayor que si el perímetro del edificio estuviera bien iluminado, algo que contribuirá a que los espacios comunes se usen con más frecuencia.
¿Cómo proteger una comunidad de vecinos?
Disfrutar de los beneficios de la seguridad comunitaria implica implementar los sistemas adecuados mediante pequeños cambios. En lugar de apostar por grandes obras costosas, es mejor aplicar el principio del efecto mariposa, donde cada mejora, por pequeña que sea, tiene un impacto positivo en el bienestar colectivo.
Por ejemplo:
• Actualizar el control de accesos: Implementar cerraduras digitales, tarjetas de proximidad…
• Instalar sensores de movimiento en zonas poco transitadas: Mejora la seguridad sin generar costos elevados.
• Optimizar la iluminación: Utiliza luces LED con sensores automáticos para aumentar la visibilidad.
• Incorporar videovigilancia
En cualquier caso, en Prevent contamos con más de 20 años de experiencia ayudando a fortalecer la protección en todo tipo de edificios residenciales. Nuestro objetivo es aumentar la calidad de vida de las comunidades a través de soluciones efectivas y adaptadas a cada necesidad.