Cuando el verano ataca con una ola de calor tras otra, es habitual que en las comunidades de vecinos se oiga un ruido de fondo, es el sonido de los compresores y ventiladores de las máquinas exteriores de los aires acondicionados.
Un sonido que se hace imperceptible para sus propietarios que mantienen las ventanas cerradas mientras están durmiendo plácidamente, se convierte en una molestia para los vecinos que han elegido dormir con las ventanas abiertas, una situación que se suma a las altas temperaturas y que convierte cada noche en una experiencia agotadora.
Muchos vecinos nos están preguntando desde la primera ola de calor, si hay opción de limitar este ruido en las comunidades de vecinos, si se puede denunciar o se puede limitar su uso en las viviendas con un acuerdo de la comunidad.
Como siempre aconsejamos la vía pacífica, hablar con el vecino al que seguramente conoceremos por su proximidad y buscar formas de entendimiento para conciliar la vida de ambas familias, suele ser el camino más rápido y el que más alegrías nos da.
En caso de recibir un no por respuesta, debemos acudir a nuestro presidente, ver si en la normativa de la comunidad viene reflejado y aplicarlo en caso positivo. Recordemos que siempre estamos amparados por la Ley de Propiedad Horizontal, que señala en su artículo 7 que el propietario de cada piso o local no podrá realizar una modificación que “menoscabe o altere la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro propietario, debiendo dar cuenta de tales obras previamente a quien represente a la comunidad”.
Las unidades exteriores de los aparatos de aire acondicionado se suelen situar en los elementos comunes de la comunidad de vecinos que no se pueden alterar sin el visto bueno de la comunidad, son entre otros la fachada, los patios interiores o la cubierta del edificio.
El presidente de la comunidad asesorado por su administrador de fincas colegiado, debe conocer las ordenanzas municipales y la normativa autonómica correspondiente, ya que hay muchos factores que están regulados y que pueden ayudar a que el descanso sea más placentero: la distancia a la que se encuentra el aire acondicionado de nuestra ventana, el nivel de ruido y el desagüe, entre otros factores.
Si con todos estos datos, nuestro vecino sigue incumpliendo la normativa y no desea solucionar los diferentes problemas que su instalación está ocasionando, deberemos acudir a la policía municipal y al ayuntamiento de nuestra localidad para abrir la correspondiente reclamación, un camino independiente al que debemos de iniciar dentro de la propia comunidad de propietarios.
Dormir frescos es un derecho que tiene todo vecino, pero sin molestar al resto de habitantes que durante estas noches duermen con las ventanas abiertas. Aplicar y hacer cumplir la normativa nos ayudará a todos a soportar mejor estas altas temperaturas estivales.
