El impacto de la seguridad en la calidad de vida es un factor relevante. De no encontrarnos a salvo en nuestro hogar o vecindario, el estrés y la ansiedad no tardarán en aparecer. Al fin y al cabo, la sensación de que existe un peligro inminente al acecho acabará por causar estragos y por estar presente de continuo en nuestras mentes.
¿Cuál es el impacto de la seguridad en la calidad de vida?
Cuando Adela compró su primera vivienda, no podía estar más contenta. Años de ahorro y privaciones daban sus frutos. Estaba llena de ilusión, de planes y veía el futuro con optimismo, ya que al fin disfrutaba de aquello que tanto quería. Además, la ubicación era inmejorable al estar el piso muy cerca de su trabajo, así no perdería mucho tiempo en ir y venir.
Los primeros meses fueron fantásticos, sin ningún problema relevante. Sin embargo, un día llegó a su hogar tras una larga jornada de trabajo y encontró que la puerta estaba abierta. El susto fue tremendo y entró a gran velocidad para horrorizarse: le habían robado varias pertenencias, desde su televisión a unas pocas joyas que tenía. Y lo peor es que la sensación de que se encontraba en un lugar seguro se esfumó en el acto.
No escucho nada en aquellos meses sobre robos, aunque sí le parecía extraño que el edificio no tuviera ni siquiera una alarma. De hecho, pocos vecinos se habían molestado en instalar una, así que asumió, erróneamente, que el barrio era tranquilo. Pero allí estaba frente a su destartalado salón, un lugar donde pese a que quisiera no podía dejar de ver la realidad.
Avisó a la policía y las siguientes semanas pasaron muy despacio. Le informaron de que se sentiría intranquila, que era lo común tras la experiencia. No dejaba de pensar en si volvería a ocurrir y qué podría hacer para evitarlo. Acabó por instalar un sistema de videovigilancia y propuso en junta de vecinos que se hiciera lo mismo en todo el edificio. Al fin y al cabo, se enteró de que se habían producido algunos robos más en las inmediaciones. Pese a las dudas iniciales, consiguió imponerse, algo que contribuyó a que volviera a fiarse del resto de residentes.
También puedes leer: “Cómo mantener alejados a los delincuentes de nuestro hogar”
El disfrute de la paz mental
Adela tardó casi un año en recuperar una cierta paz mental. Poco a poco, se sintió cómoda otra vez en su propio hogar y ya no le sobresaltaban los ruidos provenientes del portal. Sabía que las cámaras captarían a cualquier intruso que se atreviera a acercarse a la puerta. Asimismo, se enteró que los sistemas de videovigilancia actúan como elementos disuasorios, algo que le trajo una gran tranquilidad.
Incluso se dio cuenta que la atmósfera en la comunidad cambió. Ahora se encontraba más a menudo a sus vecinos charlando en las escaleras. Antes solo recibía un saludo y poco más, como si no quisieran pasar mucho tiempo allí o en la calle. En principio lo achacó a que ella era la nueva, pero intuía que había algo detrás que las cámaras contribuyeron a solucionar.
Al final, fue muy consciente de que la seguridad residencial es fundamental para disfrutar de su vida. Si no era capaz de estar a salvo en su propia casa, ¿dónde podría estarlo? Esa pregunta le martilleó durante meses hasta que encontró la respuesta. Había alcanzado la paz mental con sistemas de seguridad.
El impacto de la seguridad en la calidad de vida no se debe menospreciar. Los seres humanos necesitamos un lugar en el que estar a salvo de los peligros. De lo contrario, no dejaremos de pensar en lo que podría ocurrirnos al estar desprotegidos.
En Prevent somos una de las mejores empresas de seguridad en Madrid y queremos garantizar su tranquilidad. ¡Consúltenos sus dudas!
También puedes leer: “Presupuesto de seguridad para comunidades de vecinos: ¿cómo proteger tu hogar?”