El coste de los sistemas de videovigilancia se debe a varios factores. Cada uno va incrementando el precio final que tendremos que pagar, así que conviene conocerlos. De este modo, no habrá problemas para realizar los ajustes necesarios en función de nuestros requerimientos o preferencias.
Los factores que impactan en el coste de los sistemas de videovigilancia
Elaborar un presupuesto para videovigilancia pasa por tener en cuenta numerosos factores, desde el coste de la instalación hasta el de cada dispositivo. Un pequeño error de cálculo es suficiente para que acabemos con un sistema ineficaz o que excede con creces lo que precisamos. Por ello, conviene que nos fijemos en los siguientes elementos para resolver la cuestión de cuánto cuesta un sistema de videovigilancia.
Calidad y cantidad de cámaras
Son dos factores de gran importancia, ya que las cámaras son artículos a los que no podemos decir que no. Sin embargo, sí que tenemos que saber la cantidad, algo que depende del área a vigilar, por ejemplo. Como es lógico, cuanto mayor sea el perímetro, más aparatos vamos a tener que comprar y viceversa.
Más allá del número, el precio de las cámaras de seguridad aumenta en función de su calidad. Este factor depende de las cualidades del producto en sí, los materiales de fabricación o las tecnologías que incorpora. Algunos aspectos que incrementan el precio final son la resolución, el tipo de dispositivo y las funcionalidades adicionales (visión nocturna, zoom, detección de movimiento...).
Almacenamiento de la información
Las imágenes deben almacenarse siguiendo la normativa de protección de datos.
En Prevent, para cumplir con dicha normativa, recomendamos el uso del armario de alta seguridad. De esta manera, se protege el grabador frente a robos o sabotajes, garantizando la conservación de las imágenes. El armario de seguridad se encuentra anclado a pared y suelo.
El número de cámaras influirá de manera proporcional en el almacenaje de los datos, es decir, a mayor número de cámaras, más cantidad de datos y mayor capacidad de almacenaje requerirá el grabador.
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Infraestructura y escalabilidad
El sistema no solo está compuesto por las cámaras, sino que hay que colocar cables, monturas o sensores. También se tendrá que integrar cada componente dentro de una infraestructura preexistente, lo que hará que el precio aumente. Por consiguiente, es indispensable que pensemos en este factor para ajustar en la medida de lo posible.
Eso sí, dejar un cierto margen para escalar el sistema es muy recomendable para adaptarnos a futuras necesidades o a cambios que se quieran llevar a cabo.
Instalación
La instalación, que incorpora materiales y mano de obra, es otro factor al que prestar atención. A la hora de contratar a los profesionales, podemos encontrarnos con que unos se encarguen de la instalación y otros de la configuración y puesta en marcha. Lo ideal para abaratar costes sin sacrificar calidad es disponer de un equipo que se encargue de todos los procesos.
El objetivo en este caso es hallar una solución completa, de calidad y que deje el sistema listo para funcionar. Así, evitamos incrementar el gasto y la complejidad del proceso de instalación, algo que podría llevarnos a cometer errores que nos salgan muy caros.
Al final, el coste de los sistemas de videovigilancia depende de los objetivos que queramos alcanzar. No obstante, hay que recordar que lo barato sale caro y que existen factores que parecen no muy relevantes, pero que en realidad lo son, como ocurre con el cumplimiento de la LOPD.
En Prevent, nos encargamos de todo el proceso de instalación, desde su análisis hasta la puesta en marcha. ¡Contáctenos!
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