El confinamiento nos cambió nuestra forma de vivir. Nos hizo darnos cuenta de problemas que hasta ahora pasaban desapercibidos, entre ellos, la accesibilidad en viviendas y edificios.
Muchos tuvieron que cuidar de sus padres, abuelos, personas dependientes… tanto tiempo juntos les hizo abrir los ojos y ver la situación en la que se encontraban. Barreras a la accesibilidad que impedían llevar una vida digna.
Es por ello, que desde que se aprobó en el BOE la reanudación de las obras en el interior de edificios habitados tras el confinamiento, y con la puesta en marcha de las ayudas y subvenciones para hacer accesible las viviendas, se han incrementado sustancialmente las obras destinadas a mejorar la accesibilidad.
Problemas de accesibilidad en edificios. ¿Cómo los podemos solucionar?
Basta con entrar a cualquier edificio o comunidad de vecinos para darnos cuenta que siguen existiendo multitud de barreras a la accesibilidad.
Desde 4 de diciembre 2017, gracias a la aprobación del «Texto Refundido de la Ley General de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social» es obligatoria la accesibilidad en todos los edificios, debiendo realizar las obras o ajustes necesarios que garanticen la libertad de movimientos a cualquier vecino con algún tipo de minusvalía. Sin embargo, a día de hoy todavía quedan muchas fincas que no cumplen con dicha ley.
A continuación vamos a analizar qué causan estas barreras y algunas de las soluciones más demandas para solventarlas:
Barreras en el acceso al edificio:
El primero de los problemas de accesibilidad que nos surgen cuando vamos a entrar en un edificio es que disponga de varios peldaños antes de poder acceder.
¿Qué solución o soluciones tenemos?
La instalación de una silla salvaescaleras o la construcción de una pequeña rampa.
Abrir una simple puerta no siempre es tarea fácil.Y es que muchas veces, las puertas de los portales son muy pesadas, no se mantienen abiertas, o se cierran muy rápido.
¿Qué podemos hacer?
Instalar mecanismos de apertura y cierre situados a una altura entre 0,80-1,20m de funcionamiento a presión o palanca y maniobrables con una sola mano, o automáticos.
¿Qué pasa cuando esas mismas puertas no permiten o dificultan el acceso a una silla de ruedas al reducir el hueco de paso?
La solución pasa por realizar las obras o ajustes pertinentes para lograr una anchura libre de paso ≥0,80m,y que el ángulo de máxima apertura de la puerta sea ≥0,78m.
Barreras en el interior del edificio:
Una vez dentro del edificio siguen saliendo más barreras a la accesibilidad, entre las que encontramos:
En este caso, aunque la solución parezca obvia, a la hora de la verdad no lo es tanto. Para la instalación de un ascensor es necesario que el edificio disponga de hueco suficiente, además de tener que realizar un gran desembolso económico.
Para los casos donde la instalación de un ascensor en el interior no sea posible, existen otras alternativas como instalarlo en la fachada o patio de luces o la instalación de una silla salvaescaleras.
La finca tiene ascensor pero este no está a ras del suelo (cota 0), sino que toca subir algunos peldaños para llegar a él.
En este caso tenemos varias posibilidades,
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Instalación de una plataforma salvaescaleras o una silla salvaescalera.
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Instalación de una rampa (pendiente máx. 12%), cuando exista espacio.
Cuando el ascensor no incorpora un anuncio sonoro ni escrito en braille.
Podremos solicitar a la empresa ascensorista la introducción de los elementos necesarios para la accesibilidad en el ascensor del edificio.
¿Existen ayudas para realizar estas obras o ajustes?
Puedes estar tranquilo porque sí, existen varias ayudas que pueden contribuir al pago de estos costes como las destinadas a la rehabilitación edificatoria.En dicha subvención, las comunidades de vecinos que cumplan con ciertos requisitos podrán solicitar dichas ayudas para conservar y mejorar la calidad, sostenibilidad y accesibilidad en el edificio. Además de las ayudas a nivel estatal, cada comunidad autónoma tiene las suyas propias.